Un Adolescente Mal Educado Recibe Una Lección Que Nunca Olvidará

PUBLICADO EN 10/18/2020
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Cada persona es un mundo y todos tenemos libertad para hacer nuestra vida como queramos siempre y cuando lo hagamos con respeto y sin molestar a nadie. Incluso hay ciertas normas que aunque no están escritas en ninguna ley, toda persona con un mínimo de educación y civismo sigue a rajatabla. El problema viene cuando los jóvenes quieren hacerse los rebeldes y hacer lo que les da la gana. Además lo que hacen suele ser molesto para el resto de personas al rededor. Sin duda el adolescente de esta historia nunca olvidará esta lección que aprendió por la fuerza en el metro.

Más Cara Que Espalda

Tener que viajar en metro no es lo más agradable del mundo, normalmente se hace por pura necesidad, ya que vives en una ciudad grande donde coger el coche significaría tardar 2 horas más de la cuenta. Viajar en metro es un fastidio porque siempre hay mucha gente, hace mucho calor dentro y normalmente no puedes ni sentarte en el vagón. Si encima, entras al tren y ves a un chaval con los pies subidos en el asiento, impidiendo que se siente más gente, te hierve la sangre.

Más Cara Que Espalda

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Alguien Tenía Que Decir Algo

La gente que viaja en el metro normalmente va cansada, dormida o aburrida, no todo el mundo puede permitirse tener un coche o conducir todos los días varias horas para llegar al trabajo. En general el ambiente que se respira en el metro es de desidia y resignación así que todo el mundo miraba al chaval pero nadie le decía nada al respecto. No era posible que esa situación continuase así, alguien debía enseñarle modales a ese chico ya que no tenía respeto ninguno.

Alguien Tenía Que Decir Algo

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